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Eza «1972»
Seguimos con las reviews relojeras, de nuevo con las marcas alemanas, que como ya he comentado en el caso del Vintro Le Mans 1952 y del Lilienthal Berlin Zeitgeist por calidad se están convirtiendo en mis favoritas. Pero es que para más casualidad, son también de la ciudad de Pforzheim, igual que Stowa Marine 40 y el Circula Classic. Me estoy refiriendo a Eza Watches, la legendaria firma que volvió a la vida.
Eza Watches comenzó su andadura en 1921 de la mano de Hermann Becker. En 1947 empezaron a fabricar su reloj resistente al agua, un modelo muy semejante al actual Sealander, A partir de 1958 empezaron a fabricar relojes completos, incluyendo los calibres. Finalmente en 1979, al igual que muchas otras compañías del sector relojero, se vieron obligados a cerrar sus puertas para siempre… Hasta que en 2016, retomaron su actividad.
Ficha técnica
Género | Hombres |
Caja | Acero inoxidable 316L. 39,6mm de diámetro sin contar la corona. 11,95mm de alto |
Corona | Roscada de acero |
Esfera | Azul |
Bisel | Rotativo unidireccional cerámico |
Cristal | Zafiro |
Lumen | Sí |
Trasera | Acero inoxidable roscada |
Correa | Piel de 20mm de ancho |
Funciones | Hora, minutos, segundos, día del mes |
Resistencia al agua | 20 ATM (200M) |
Peso | N/D |
Movimiento | ETA 2824-2. 25 rubís. 28.800 vph |
Complicaciones | Carga automática con rotor bidireccional. Remonte manual. Parada de segundero |
Prestaciones | 40h de reserva de marcha. +/- 12 segundos/día |
Origen | Made in Germany. Swiss Movement |
Garantía | 5 años |
PVP | 689€ + IVA (Aproximadamente 833€) -100€ de descuento durante la preorder- |
Distribuidor | Eza Watches |
Presentación
En Eza Watches nos presentan este «1972» protegido por una cubierta de cartón en color blanco. No lleva ningún indicativo, lo cual me parece correcto para mantener la discreción durante el envío.
Al retirarla, nos encontramos con un estuche de color negro y con aspecto vintage. Es de piel con acabado ligeramente rugoso, y de tacto muy suave. Es bonita, y el único fallo que le veo radica en que no tiene ninguna identificación. Unas letras doradas o plateadas con la leyenda «Eza Automatic» habría quedado estupendo. Por lo visto va a ser así en la versión final del reloj, disponible a partir de marzo de 2020.
Al abrirla encontramos un interior de madera revestida con una tela aterciopelada y bastante gruesa que envuelve y protege el reloj. Es una solución elegante y tan original, que no la había visto antes. Encontramos además del reloj con su correa de piel, una correa adicional de silicona que representa un bonito detalle.
El detalle más especial es su etiqueta, un sello de cera o lacre con el logotipo de Eza en un vistoso color rojo y que reproduce el que lucían los relojes de la marca en aquella época.
Introducción
El renacimiento de Eza empieza en el café «In de Smitse» en Rotterdam, mientras Diederik van Golen y Adriaan Trampe estaban de Erasmus. Mientras Diederik, un gran aficionado a la relojería pedía su cerveza en la barra, un desconocido que resultaría ser Adriaan, admiró el Vostok Amphibia que llevaba en la muñeca.
Van Golen como emprendedor, y Trampe como estudiante de administración y dirección de empresas, además de con estudios en relojería, decidieron fundar su propia marca de relojes de lujo. Se dieron cuenta que había un gran hueco por cubrir, el de los relojes por debajo de los 1.000€. Se dieron cuenta que se vendían relojes vintage de la marca Eza en eBay, y que éstos se parecían mucho a lo que ellos querían construir: relojes resistentes agua, con maquinarias fiables y de buena calidad. En seguida contactaron con el propietario de la marca Eza Watches, que había dejado de lado el negocio, y éste decidió apoyarles.
En 2016 lanzan su primer modelo, el Sealander, y un año siguiente el AirFighter. En 2018, coincidiendo con que Adriaan Trampe finalizó su maestría en horología, se queda al mando en solitario de la empresa. En 2019 lanzan este modelo, un reloj que reproduce el reloj de buceo que lanzó Eza en 1972, y hace solamente unas semanas, deciden trasladar su sede, desde Rotterdam (Holanda), hasta Chavannes (Suiza). Como casi todo en Eza Watches, la historia del «1972» es muy interesante. Adriaan llevaba tiempo buscando un 1972 original, hasta que finalmente logró encontrarlo en estado NOS, ni más ni menos que en Australia. Con él fue como comenzó el desarrollo del nuevo «1972».
En Eza han decidido ir a por todas. Así el «1972» está disponible en 4 versiones. Las dos primeras en forma de serie limitada a 100 unidades, reproducen casi a la perfección el modelo original. A saber, 35,8mm de diámetro de caja, cristal de plexiglass, estanquidad hasta 30M y Super-LumiNova en las manecillas; con esferas en color azul o negro. El otro es la versión que denominaríamos estándar, con 39,6mm de caja, cristal de zafiro, resistencia al agua de 200M y Super-LumiNova tanto en las manecillas como en los numerales del bisel. Los cuatro tienen el mismo precio: 689€ + IVA.
Pese a que ya no estamos en 1921, y Eza ya no está en Pforzheim sino en Suiza, la mayoría de sus componentes siguen estando hechos en Suiza y Alemania (esferas, manecillas, índices y calibres). Todo ello ensamblado en Pforzheim, y luciendo el Made in Germany.
Diseño y construcción
El Spinnaker Dumas ya era un homenaje a la estética de los relojes de buceo de los 70. Sin embargo el Eza «1972», yo diría más bien que es una reinterpretación. El mismo reloj de antaño, pero puesto al día, y con la misma marca de entonces. Con su resistencia al agua de hasta 200M (20 ATM), podría considerarse un reloj de buceo, sin embargo creo que sus puntos fuertes están en su estética vintage y su elegancia, un concepto parecido al del Christopher Ward C65 Trident.
La caja es de acero inoxidable 316L pulida a brillo. Tiene 39,6mm de diámetro y una altura de solamente 11,95mm. Una cifra magnífica para un reloj automático y excelente considerando que además nos ofrece una estanqueidad hasta 200M o 20 ATM. La clave está según Eza Automatic en que la tapa trasera es esencialmente una tapa del movimiento más que un cierre de la caja.
La corona es de generosas dimensiones, firmada por Eza, y roscada para garantizar el hermetismo.
En la esfera me gusta la inscripción de Eza Automatic y de «25 jewels», puesto que aunque el movimiento es completamente distinto, cuadra con el modelo original, que con el HB-313 (H. Becker Pforzheim), tenía también 25 rubís. Llaman la atención los índices de contorno plateado y aplicados que son dobles. Los principales con cuatro palitos, y el resto con dos barras unidas que parece una N. Son el elemento más singular e identificativo de aquel Eza de 1972. Cuando lo miramos las primeras veces, parece que busquemos unos numerales romanos, pero no son nada de eso, son índices de una forma que nunca antes había visto.
Las manecillas son gruesas y rectas, también plateadas y con una generosa superficie con lumen, que en el caso de la trotadora, es por un apéndice cuadrado en vez de circular. Los índices no tienen lumen, algo que al menos en este modelo de mayor tamaño habría sido posible. Sin embargo, la marca ha decidido incorporarlo a los numerales arábigos del bisel, aumentando la apariencia de tamaño y proporcionando una funcionalidad equivalente. Otra novedad en la que hay que fijarse más es la longitud de las agujas, en la versión vintage se quedaban un poco a medio camino. En cambio en el nuevo «1972», todas ellas han sido alargadas, así que ahora además de mantener la apariencia del original, tienen la longitud correcta.
El cristal es de zafiro un poco abombado, lo justo para que sobresalga del bisel reproduciendo el efecto plexy, pero sin ninguna distorsión de imagen. La cara interna lleva tratamiento antirreflejante y funciona correctamente.
La trasera es de acero inoxidable y roscada, en donde destaca en su parte central el grabado de un buceador. Es una tapa que reproduce el modelo original, aunque yo habría sido más flexible, incorporándola así en el modelo de 36mm, pero reemplazándola por una de exhibición en este de 39,5mm.